La vuelta al Barrio. . .
21/10/2018
Mi barrio era así, así, así.
Es decir, ¿qué sé yo si era así?
Pero yo me lo acuerdo así!
El pasado fin de semana largo se llevo a cabo en el Hipódromo de San Isidro el evento más esperado por todos los fierreros de Latinoamérica: AutoClásica.
En el cual hubo muchos acontecimientos automovilísticos de gran importancia, como los 70 años de historia de Land Rover, el XII Encuentro Internacional de Clubes MINIS o el 70º aniversario del automóvil deportivo Porsche. Pero para quienes amamos rodar sobre dos ruedas estaba el Barrio de las Motocicletas. Ese lugar al que siempre querés volver.
En esta décimo octava edición, el barrio se mostró con un esplendor muy especial. Pasado y futuro compartieron suelo, ya que una de las marcas más representativas del motociclismo celebró sus 115 años. Nos referimos a Harley-Davidson, y lo hizo presentando la Ultra Limited diseñada especialmente para conmemorar el 115° aniversario de Harley-Davidson. Del cual se fabricaron dos diseños seriados de edición limitada, en nueve modelos diferentes y con un águila del “115th Anniversary”. Este modelo Touring se caracteriza por sus colores “Legend Blue” y “Vivid Black”, que, mediante un esmalte alveolado, porta con orgullo en su tanque de 22.7 litros, una imponente águila sosteniendo con sus garras el escudo Harley-Davidson. Asimismo, cuenta con el nuevo y poderoso motor Twin-Cooled Milwaukee-Eight 107 de 1.745 cc, el cual conserva el icónico ángulo del cilindro V-Twin de 45 grados.
La otra novedad proveniente de Milwaukee fue el nuevo integrante de la familia Trike: la Freewheeler. Esta imponente bestia de tres ruedas cuenta con 1.868 cc, un tanque para 22.7 litros de combustible, pesa unos 500 kilos y cuesta alrededor de U$U 59.000.
Pero si hay algo que entienden los históricos de Harley es que para saber a dónde vas, tenés que saber de donde venís, por eso mismo en su stand encontramos una Harley-Davidson J. Board Track de la década del 20, de 2 cilindros y 1.000 cc. perfectamente restaurada y funcionando. Y una Harley-Davidson 45 TWIN de 1947, original de 2 cilindros y 745cc, con
accesorios originales adquiridos e instalados cuando aún era 0 km; la cual fue galardonada en el “Best of Show” con el primer lugar en la categoría Posguerra Americana.
Para completar los festejos de cumpleaños, no faltaron las bandas y los globos negros de Harley, los cuales no hubo niño que no tuviera uno en la mano, además de la aplicación de los tatuajes temporarios para los cuales se divisaba una gran fila de pequeños entusiastas.
También estuvo presente la recientemente llegada al país Royal Enfield, en cuyo stand podías apreciar todos los modelos disponibles en nuestro país, incluido la exclusiva Clasic 500 Pegasus de edición limitada (lee nuestra nota), de cuyas 30 unidades ingresadas al país, ya tan solo quedan 7.
En estos 235 metros cuadrados, podías encontrar a los Clubes de motos mas importantes del país, como el Norton Club, que presentaba unas impresionantes Norton perfectamente conservadas, o el divertido Club de Motocicletas Picantes, que además de unas notables Gilera y
de una hermosa Piaggio Vespa con sidecar, contaba con unos esplendidos dibujos realizados por Facu Mariño. También estuvieron los amigos de Retro Motos, el Classic Club, y el Club Motos Pumas, del cual una de sus PUMA Segunda Serie de 98 cc de la década del 60, se alzó con el segundo premio en la categoría Producción Nacional.
Uno de los stands que se destacaba en todo el barrio era el de Mazza Performance Cycles, que con sus motos modificadas al extremo, dio la nota de color y nos invitaba al Kustom Art 9, que se llevará a
cabo el 17 y 18 de noviembre en el Centro Miguelete (Av. Rodríguez Peña 2704).
Nobleza obliga a enviarles un saludo a la gente de Cerveza Kunstman, quienes ganaron el premio al Mejor Stand Comercial y donde participamos del juego del martillo y ganamos una exquisita pinta artesanal.
El sol se fue poniendo en el ocaso del cuarto y último día. Los concurrentes (que sumaron 48.00 en total) se iban retirando de este maravilloso evento, con una sonrisa en sus rostros y a medida que las luces se iban prendiendo, las estrellas de la esquina de la casa de mi vieja, titilando como si fueran manos amigas, me dijeron: Gordo, gordo, quedáte aquí.
Reseña realizada por Mauro y los Motonautas.
Fotos: María José Castro Adinolfi
